Tulum, paraíso maya

Para alguien que llega sin mucha información, la tarea de encontrar dónde hospedarse por unos días puede resultar un tanto engañosa. El pueblo de Tulum se encuentra a ambos lados de la carretera y no se asemeja a esa idea perfecta de playas, palmeras y ruinas. Es cierto que en el centro se encuentran las opciones de alojamiento más económicas. Asimismo, del otro lado de la carretera está la zona hotelera, muy cerca del Parque Nacional, y rodeada en un ambiente natural único. Allí encontré un bungalow con una terraza directo al infinito, lo mejor de esta elección es dormir con el ruido de las olas y el viento de mar en las mejillas. A la mañana siguiente partí hacia las ruinas. Tulum, en lengua nativa, significa “muralla”, pero los antiguos habitantes solían llamar a este lugar Zama, que significa “amanecer”. Además de las fotos únicas, te recomiendo que realices tu visita temprano en la mañana, así podrás explorar con tranquilidad la zona arqueológica sin tantos tumultos.
De la antigua ciudad maya solo es posible visitar lo que fue su núcleo ceremonial y político, es decir, lo que está dentro de las murallas. El estado de conservación de todos los edificios es excelente, pero ninguno llama tanto la atención como “El Castillo”. Quedé sorprendida al saber que esta construcción era utilizada por los mayas como un faro y no como un centro ceremonial. Dado que muy cerca de las costas de Tulum se encuentra el segundo arrecife de coral más grande del mundo, los mayas se valían de un sistema de antorchas encendidas en su torre para guiar a sus embarcaciones hasta la costa. Algunas de las construcciones que más llamaron mi atención fueron El Templo del Dios Descendente, en cuya puerta se ve tallada una figura de la deidad bajando desde el cielo, y El Templo de los frescos, en donde se conserva una gran cantidad de pinturas murales.
El fin de mi visita a las ruinas no podía terminar de mejor manera: contemplando las ruinas y el bello atardecer desde la playa contigua. La perspectiva de la ciudad prehispánica desde el mar, con el agua cristalina hasta el cuello, es una imagen de esas que uno no olvida, por más que pase el tiempo. El resto de mi estancia en Tulum lo aproveché para explorar la zona. Aproveché también a visitar Cobá, aunque no me dio tiempo de visitar la Reserva de la Biosfera Sian Ka'an, ni el Cenote Angelita. Esos, sin lugar a duda, ¡los dejo para mi próximo viaje!
La entrada Tulum, paraíso maya se publicó primero en El Blog de Viajes de BestDay.
from El Blog de Viajes de BestDay https://ift.tt/2BGY4Wm
via IFTTT
Comentarios
Publicar un comentario